¿Cuántos Borges pueblan la imaginación de un lector de Borges? Hay un Borges desdichado que buscó, infructuosamente, la muerte en un hotel de Adrogué en 1940; hay otro, un niño algo tímido, que vivió en Palermo a principios del siglo XX, que habló el inglés antes que el español y se fascinó con los tigres y los espejos; hay un Borges regordete y de lentes que se ríe desde una foto ajada, sentado en un banco, acompañando a una mujer que se casará con otro hombre; hay otro Borges, ciego, como Milton y Homero, que dedicó su vida a escribir y a recuperar insensatos párrafos o páginas de su prodigiosa memoria.
“Borges, la emoción estética”, ahonda en la lectura de los textos borgeanos desde diversos ángulos. La perfección de la palabra, sus adjetivos, las fórmulas descubiertas por él y utilizadas para postular una nueva forma literaria, la ficción como imperio de la realidad, la tradición, la vanguardia y la filosofía, serán algunos de los temas que tocaremos a lo largo de los doce encuentros previstos, en que abordaremos a uno de los más grandes escritores en lengua castellana del siglo XX